FEDERACION ESPAÑOLA DE MUNICIPIOS Y PROVINCIAS

23 Diciembre 2024

La Era Urbana: la ciudad como estructura social

La urbanización es uno de los procesos sociales, políticos y económicos más antiguos de la humanidad. En el Coro de Antígona (441 AC), Sófocles ya advertía sobre la furia de construir ciudades: “Muchas cosas asombrosas existen, pero ninguna como el ser humano. Se enseñó a sí mismo el lenguaje, el pensamiento alado y la furia de la construcción de la ciudad”. De hecho, la urbanización ha alcanzado hoy niveles sin precedentes en la historia de la humanidad, configurándose como nuestra nueva realidad: el 55%de la población mundial ya vive en las ciudades y las estadísticas oficiales predicen que esta cantidad llegará al 70% hacia 2050. El próximo 31 de octubre se celebra el Día Mundial de las Ciudades. Joan Clos, Director Ejecutivo de ONU-Habitat, Subsecretario General de la ONU y Secretario General de Habitat III



Nuestras ciudades son el hogar de la mayoría de los seres humanos porque presentan condiciones emergentes que son “más que la suma de las partes”. La ciudad se convierte en una estructura social que genera nuevos resultados como consecuencia de la peculiar agregación de la actividad humana que tiene lugar en ellas, contabilizando más del 70% del PIB mundial y proporcionando empleos y oportunidades que no pueden encontrarse en ningún otro lugar. Ésta es la magia de la ciudad.

Aunque aún no se ha entendido como tal, la característica principal de la urbanización se basa en su contribución al desarrollo y la prosperidad de las naciones. Por naturaleza, la urbanización es uno de los pocos fenómenos sociales y políticos que generan un elevado valor y lo hace a través de economías de localización y economías de aglomeración. Así, la ubicación de una parcela, dependiendo de su conectividad, puede generar mucho valor, mientras que la generación de valor a través de la aglomeración se debe a la proximidad de los factores de producción. Esta relación causal entre la urbanización y el aumento de la prosperidad no se ha estudiado claramente hasta tiempos recientes. Rio + 20 y la adopción de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, en particular el Objetivo 11 dedicado a las ciudades, han sido fundamentales en la nueva visión.

Este proceso culminó en Quito, Ecuador, en octubre de 2016 con Habitat III, la Tercera Conferencia de Naciones Unidas sobre Vivienda y Desarrollo Urbano Sostenible. En ella se aprobó la Nueva Agenda Urbana, un documento orientado a la acción para abordar eficazmente los complejos retos de la urbanización y, al hacerlo, contribuir a la prosperidad, el empleo y el crecimiento. La Nueva Agenda Urbana define cinco estrategias que establecen los estándares necesarios para el desarrollo urbano sostenible: Políticas urbanas nacionales; Legislación urbana: normas y reglamentos; Planificación y diseño urbanísticos; Financiación de la urbanización; e Implementación local.

Urbanización y desarrollo

Reconocer la urbanización como una condición previa innegable para el desarrollo es un logro importante. La industrialización de Europa en el siglo XIX sucedió paralelamente a un proceso de urbanización sin precedentes. En Asia y África, el rápido crecimiento actual de la urbanización ha sido sorprendente por su magnitud y sus efectos económicos, sociales y ambientales. Un caso interesante reciente en el que la urbanización ha sido el principal impulsor del desarrollo y las importantes transformaciones sociales y económicas de un país es el de China. En América Latina y el Caribe también es importante señalar que, en apenas medio siglo, sus transformaciones urbanas han traído muchos cambios en la sociedad, la economía y la cultura. Sin embargo, la urbanización de los últimos veinte años se caracteriza por no maximizar todos los beneficios que puede ofrecer. El proceso preparatorio de Habitat III nos ofreció la oportunidad de analizar las tendencias de urbanización de los últimos veinte años, con un diagnóstico serio de los principales desafíos y remedios, en forma de acciones políticas, para superarlos. Este análisis, dirigido por ONU-Habitat, demostró que el modelo urbano practicado durante este período ha sido social y ambientalmente deficiente. El estudio se basó en una muestra representativa global de ciudades con más de 100.000 habitantes que representan estadísticamente el mundo urbano en 2010.

Una de las conclusiones del análisis revela que en las últimas décadas se ha observado una disminución en el uso de una planificación y diseño urbanístico adecuados justamente donde las ciudades están creciendo más, llevando a un aumento de los barrios marginales y áreas no planificadas. Además, la cantidad de espacio asignado al entramado de calles y al espacio público disminuye gradualmente, del 25% al 21%.

El consumo de tierra para urbanizar está superando el crecimiento de la población urbana, lo que lleva a la expansión urbana y a una menor densidad de habitantes por área urbana (km2). Esta forma de desarrollo es un desafío para la urbanización sostenible, ya que aumenta el coste de los servicios per cápita y, por lo tanto, la sostenibilidad económica urbana. También aumenta el consumo de energía debido a una mayor demanda de movilidad, lo que a su vez afecta a la sostenibilidad ambiental. Nuestras ciudades consumen el 70% de la energía mundial y producen el 70% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero.

Además, la expansión urbana y la baja densidad de población dispersa a las poblaciones en barrios segregados, lo que erosiona la sostenibilidad social.

Tremendo desafío

El estudio también muestra que el acceso a viviendas asequibles representa un tremendo desafío en todo el mundo, ya que la población en el mundo desarrollado y en desarrollo no puede acceder a una vivienda digna y económicamente accesible. En general, la desigualdad urbana ha aumentado, reduciendo la capacidad de la urbanización para promover el bienestar general.

Además de estas tendencias, los últimos diez años han sido testigos de dos crisis estratégicas vinculadas a la urbanización. Una de ellos ha sido la crisis financiera de 2008, debido a prácticas injustificables en el mercado inmobiliario estadounidense que explotó en forma de crisis financiera mundial. La otra en 2011, iniciando la llamada Primavera Árabe como resultado de la rebelión de jóvenes desempleados urbanos en muchas de las ciudades de la región MENA (Oriente Medio y Norte de África).

Hace veinte años, el proceso de rápida urbanización tuvo lugar en sociedades con poder adquisitivo de alrededor de 2.000 dólares per cápita. Ahora la urbanización se dispara en torno a los 800-1.000 euros per cápita, debido a la globalización acelerada, la evolución de las tecnologías de la información (TI) y otros factores. Sin embargo, esta urbanización prematura y rápida ocurre en entornos que carecen de herramientas adecuadas para abordar los desafíos de la urbanización.

Con este trasfondo, está claro que las ciudades de todo el mundo no dejan de expresar el modelo social y político de la sociedad a la que pertenecen. La urbanización es, pues, un tema muy complejo de importancia estratégica y si continuamos por la senda de estas tendencias, la urbanización representará un riesgo para la humanidad.

El riesgo ambiental ya es muy alto. El camino a seguir pasa por transitar de los combustibles fósiles a la energía renovable, y las ciudades son los verdaderos actores en este proceso. Hasta ahora, y en los últimos veinte años, las ciudades de todo el mundo han desempeñado principalmente un papel como movilizadores y defensores a través de la Agenda Local 21, e iniciativas similares en todo el mundo. Con la tecnología de energía renovable disponible hoy, la inversión de capital requerida es más baja y esto permite a los Gobiernos Locales recuperar su papel en el mercado de generación de energía a partir de desechos sólidos, aguas residuales, viento y sol. Asimismo, donde hay fuentes geotérmicas, pueden desarrollar pequeños proyectos hidroeléctricos.

Con la aprobación del Acuerdo de París sobre el cambio climático y su reciente entrada en vigor, ahora es el momento de actuar.

FUENTE:
Policy Statement, 26th Session of the Governing Council (2017). ONU-Habitat.

Extracto de la contribución de Joan Clos para “Vivir en la ciudad sin fin”, libro editado por Phaidon en el marco de la serie La Era Urbana de la London School of Economics.
 
Joan Clos

Joan Clos

Carta Local nº 384, noviembre 2024.pdf