España está formada, fundamentalmente, por municipios de mediana y poca población que presentan graves problemas derivados del proceso de despoblación. De los 8.131 Ayuntamientos existentes, 1.352 tienen menos de 100 habitantes en sus censos, son uno de cada seis municipios españoles. Además, una proporción importante de su población está formada por personas longevas.
Desde 2011 más del 80% de los municipios de España pierden población de forma continuada, enfrentándose a una crisis territorial y demográfica sin precedentes y cuya consecuencia primera es la desigualdad entre territorios poniendo en riesgo la cohesión social. Por ello, el XII Pleno de la FEMP asumió el compromiso de seguir impulsando cuantas iniciativas, medidas y demandas surjan de las Entidades Locales en su lucha contra la despoblación y demás retos demográficos.
Ahora, tras la crisis del Covid-19 ese compromiso se ha intensificado. Así lo ven los miembros de la Comisión de Despoblación de la FEMP, que perciben la posibilidad de recuperar parte de su población siempre que consigan las herramientas básicas para que sus servicios se “equiparen razonablemente a los de las ciudades”. La crisis se presenta, en fin, como una oportunidad de revitalizar los pueblos y municipios menos poblados de España. En palabras del Secretario General de la FEMP, Carlos Daniel Casares, “pasará la emergencia sanitaria y seguirá la crisis; pero las crisis generan oportunidades, y vamos a rentabilizarlo para impulsar políticas en el mundo rural”.
La Comisión de Despoblación, reunida telemáticamente el 7 de mayo, elaboró un documento sobre el reto demográfico que recoge una serie de iniciativas necesarias para el medio rural ante la situación provocada por la alerta sanitaria, entre ellas medidas relacionadas con la economía, la sanidad, la vivienda, o el medio ambiente. También la cultura y el deporte se consideran esenciales en este proceso, “herramientas palanca” contra la despoblación, tal como pusieron de manifiesto el Presidente de la FEMP y el Ministro de Cultura y Deporte en la reunión que mantuvieron el pasado 3 de marzo.
A juicio de la Comisión de Despoblación, la crisis del Covid-19 se está viviendo de una forma diversa y asimétrica en todas las Comunidades Autónomas, municipios o ámbitos territoriales, incluso dentro de una misma provincia. Y considera que es precisamente en el mundo rural donde los datos estiman que el virus ha incidido menos extensamente. Como consecuencia, entiende que en el proceso de la desescalada es necesario activar la normalización social y económica de aquellos municipios en donde se cumplen tres condiciones: contar con menor población, estar situados en un medio rural y haber sufrido un menor impacto sanitario.
Para que suceda, la Comisión de Despoblación considera que es imprescindible reforzar y garantizar las posibilidades de inversión de las Administraciones Públicas para que puedan destinar dichos recursos a paliar los efectos negativos que la pandemia ha producido en los débiles sectores productivos locales, así como en la población residente, ahora más vulnerable.