¿Qué Entidades Locales evalúa Transparencia Internacional España en sus Índices de transparencia?
Realizamos dos índices, el de Ayuntamientos (ITA) y el de Diputaciones Provinciales (INDIP). Con relación al primero, venimos haciendo desde el año 2008 una evaluación de los 110 mayores Ayuntamientos (aunque en España hay más de 8.100 Ayuntamientos, bien es cierto que la inmensa mayor parte de ellos (más de un 85%) tienen una población inferior a 5.000 habitantes). TI-España evalúa a esos 110 grandes Ayuntamientos que en cualquier caso suman más de la mitad de la población española. En cuanto a las Diputaciones Provinciales se evalúan 45 (incluidas las Diputaciones Forales y algunos Cabildos Insulares y Consells Baleares). Tanto en el ITA como en el INDIP, TI-España utiliza 80 indicadores, lógicamente distintos entre uno y otro Índice, así como a lo largo del tiempo.
¿Las Entidades Locales españolas son transparentes? ¿Cómo han evolucionado en este ámbito?
En los Ayuntamientos, dado que es un colectivo muy amplio, hay niveles de transparencia bastante diferentes, habiendo unos Ayuntamientos muy transparentes y otros que lo son menos; un Ayuntamiento como el de Bilbao, por ejemplo, siempre queda en las primeras posiciones del ranking, dado que tiene ya implantada una importante cultura informativa ante la ciudadanía; otros Ayuntamientos, sin embargo, se preocupan menos por esta transparencia. En todo caso, lo importante es que ha ido aumentando el nivel medio de transparencia de estas Corporaciones, y así, mientras en la primera edición de 2008, sólo hubo un Ayuntamiento -el de Bilbao- que obtuvo la calificación de sobresaliente (90 o más sobre 100), en la edición de 2017 fueron 72 las Corporaciones Locales que alcanzaron dicha valoración.
En las Diputaciones Provinciales también hay claras diferencias entre unas y otras, dado el amplio colectivo de entidades evaluadas. En todo caso, y de forma similar a los Ayuntamientos, los resultados medios que se han obtenido en las tres ediciones realizadas del INDIP han venido mostrando una clara mejoría, de forma que en la última edición realizada, en 2015, la valoración media final de las Diputaciones fue de 81,7%, mientras que en 2013 la puntuación media había sido de 69,6%.
En cuanto a la actitud de las instituciones, ¿ha mejorado su sensibilidad ante la transparencia y buen gobierno de cada institución? ¿Han tenido herramientas normativas y tecnológicas suficientes para impulsar esa mejora?
El hecho de que estas instituciones locales sean evaluadas por la sociedad civil, a través en este caso de Transparencia Internacional España, origina en ellas una actitud más proactiva para ser transparentes, ya que al ser observadas socialmente y publicados los resultados de las evaluaciones, aumenta su sensibilidad y su interés por mostrar y demostrar esta transparencia, lo cual ha venido originando esas mejoras antes comentadas en su nivel de transparencia, y por ende de buen gobierno -ya que muchos de los indicadores hacen referencia a esta materia- en el desarrollo de sus actividades y servicios a los ciudadanos. Y en cuanto a las herramientas disponibles por estas instituciones, efectivamente el nuevo marco legal, relacionado con la Ley de Transparencia estatal y las leyes de transparencia autonómicas, así como las nuevas herramientas tecnológicas de las que disponen estas instituciones, han propiciado claramente las posibilidades y el aumento de transparencia tanto en los Ayuntamientos como en las Diputaciones.
¿Falta mucho para alcanzar los niveles óptimos? ¿Las Entidades Locales españolas se encuentran mejor, peor o igual que las europeas en transparencia?
El hecho de que hayan aumentado los niveles de transparencia hasta el 89,7% sobre 100 en los Ayuntamientos y 81,7% en las Diputaciones, en los últimos índices de TI-España, muestra que no quedan demasiado lejos del nivel óptimo de transparencia, si entendemos éste como la obtención de 100 en el ITA y en el INDIP, respectivamente. En todo caso, dado que hay un cierto número de instituciones municipales y provinciales que están bastante lejos de los óptimos, sigue habiendo una asignatura pendiente y una cierta distancia de una buena parte de ellas respecto a la máxima puntuación posible y socialmente exigible hoy.
En el análisis comparativo a nivel internacional no es fácil obtener datos ni conclusiones válidas, dada la heterogeneidad de la naturaleza de las Corporaciones de los distintos países, su diferente marco legal e institucional, etc. En todo caso cabe señalar que TI-España fue la primera organización de Transparencia International que elaboró un Índice de Transparencia municipal en 2008. Posteriormente, en 2012, asumió y adoptó este Índice TI-Portugal, y en estos últimos años ha habido hasta catorce países europeos que han adaptado un índice similar al de TI-España. Por otra parte, hay actualmente un proyecto de ITA europeo, en el que estamos desarrollando la parte metodológica y seleccionando los indicadores y con el que se van a poder comparar, con unos mismos indicadores, las ciudades que son capitales en los distintos países europeos.
¿Cuáles son las áreas consideradas como asignaturas pendientes en las evaluaciones de TI-España?
En las que obtienen por lo general una menor puntuación, tanto los Ayuntamientos como las Diputaciones, suele ser la transparencia económica- financiera, así como también la transparencia en las contrataciones, lo que denota que es importante que estas instituciones vayan mejorando la información que tiene que ver con los gastos y con sus presupuestos de cara a que el ciudadano pueda saber mejor lo que se gasta, en qué se gasta, cómo se gasta y quién lo gasta. También es muy importante que se publiquen con el mayor grado de detalle posible los contratos de obras y/o servicios que llevan a cabo estas entidades, dado que una parte importante del presupuesto tanto municipal como provincial se aplica a estas contrataciones.
Desde la perspectiva de los administrados, ¿los ciudadanos se encuentran satisfechos con la información que reciben? ¿Existe o puede existir el riesgo de “exceso de información” o de dificultad en su comprensión y procesado?
Los ciudadanos vienen apreciando la mejoría en el nivel de información que ofrecen las instituciones locales, fundamentalmente a través de sus páginas web, y van aumentando poco a poco sus peticiones de información a estas instituciones, aunque sigue habiendo quejas por la negativa que reciben en algunos casos a darles esta información, o el importante retraso existente en proporcionársela. Por otra parte, también es cierto que muchos ciudadanos se quejan de que hay enormes cantidades de datos, documentos páginas, etc. en las instituciones, que muchas veces hacen muy compleja la búsqueda de los aspectos concretos que desean conocer, ya que una buena parte de la información que publican estas instituciones se puede considerar como “ruido” informativo, que no añade valor a la información de las instituciones sino que en muchos casos no es más que publicidad, o incluso propaganda, de lo que hacen. Es también importante que la información se presente en un lenguaje claro, comprensible y conciso para que pueda aprovecharse en mayor medida por los ciudadanos y también que se publique en lenguaje reutilizable, para que la puedan usar adecuadamente los usuarios en análisis, estudios e interpretación de los datos publicados.
Desde que TI realiza sus índices para Ayuntamientos y Diputaciones, ¿cuáles son las situaciones más llamativas que se han encontrado, y cuáles que puedan considerarse especialmente exitosas?
Como casos o situaciones más llamativas podrían considerarse en un sentido negativo algunos Ayuntamientos, que en el primer año que se implantó el Índice de Transparencia manifestaron unas opiniones claramente negativas, o incluso despectivas, a que una organización de la sociedad civil auditase lo que hacía una entidad pública, manifestando que no tenían por qué dar cuentas a una organización como la nuestra, ya que ellos estaban controlados por las Cámaras de Cuentas u órganos externos públicos de control. En todo caso se dio la circunstancia de que cuando se publicó el Índice y afloraron sus muy malos resultados, la prensa y la oposición política se les echó encima, y curiosamente fueron los primeros en pedirnos que elaborásemos un nuevo índice, para poder así lavar su imagen ante la sociedad, los medios de comunicación y los ciudadanos.
En cuanto a algún caso exitoso, quizá el más llamativo por la constancia o permanencia en los primeros puestos de los índices ha sido el mencionado caso del Ayuntamiento de Bilbao, en el que gracias sobre todo al espíritu abierto y transparente de su antiguo -y desaparecido- Alcalde, Iñaki Azcuna, esta Corporación enarboló la bandera de la transparencia desde hace muchos años, y por tanto ha sido siempre una institución destacada en esta materia.