Por este motivo, siempre con la lealtad institucional como bandera, hemos dialogado, consensuado y negociado con el Ejecutivo, en primer término, y luego, con Diputados y Senadores, el articulado de la Ley. No ha sido una tarea fácil, pues había muchos intereses en juego, pero creo sinceramente que el resultado final ha merecido la pena.
El espíritu constructivo que ha imperado en todo el proceso ha servido para que hoy podamos decir que esta reforma ofrece soluciones concretas a los graves problemas estructurales que las Entidades Locales padecen desde el inicio de la democracia.
Se trata de una Ley innovadora y ambiciosa que fortalecerá aún más a una Administración, la Local, que está demostrando con creces su compromiso con los ciudadanos. No en vano, hay ya más de 6.000 Ayuntamientos con superávit y nuestra deuda sigue rebajándose cada trimestre. Unas cifras que no son casuales, sino fruto del esfuerzo realizado por los Alcaldes y Concejales para cumplir con los criterios de estabilidad y reducir el déficit en sus cuentas públicas.
Esta reforma no sólo mejora la calidad de la gestión en la administración local sino que potenciará los servicios que presta, para mejorar la atención de los verdaderos protagonistas de esta Ley, los ciudadanos.
Junto con la clarificación competencial y el sistema establecido para garantizar la estabilidad financiera y temporal en la prestación de los servicios delegados por otras Administraciones a los Ayuntamientos, esta norma reconoce, por fin, el papel institucional que le corresponde a las Entidades Locales, poniéndolas al mismo nivel que las CCAA para gestionar los asuntos públicos que les competen.
Sentadas las bases de lo que deberá ser el municipalismo moderno gracias a esta Ley, que desde el pasado 31 de diciembre está en vigor tras su publicación en el BOE, la FEMP tiene ahora ya la vista puesta en facilitar a todos los Gobiernos Locales su aplicación práctica. Y, como no, durante el 2014 estaremos preparados para abordar los trabajos que nos lleven a un sistema de financiación local justo, equilibrado y que reconozca el papel clave que tienen los municipios en el progreso y el bienestar de los españoles.
Iñigo de la Serna Hernáiz
Presidente de la FEMP