Municipios en pie de guerra contra el Picudo Rojo
Proviene del Asia tropical y causa estragos en los palmerales de los municipios españoles ubicados, sobre todo, en la zona levantina y Canarias. Se denomina Rhynchophorus ferrugineus, pero es más conocido como Picudo Rojo. Bajo su llamativa apariencia, esconde un auténtico depredador de las entrañas de las palmeras que terminan acabando con estos árboles. Los responsables municipales llevan algunos años luchando contra esta plaga y, ahora, la FEMP les apoya.
El Picudo Rojo es una especie de gorgojo que se alimenta del interior de la planta hasta originar su muerte y constituye una de las plagas más preocupantes que aquejan a los palmerales españoles y que tiene una especial incidencia en la palmera datilera canaria, pero también en muchas zonas de la Comunidad Valencia, Cataluña y Murcia.
El pasado mes de abril, la FEMP abordó este problema en el seno de la Comisión Ejecutiva, a instancias del Secretariado del Consejo Territorial, y acordó elevar al Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino la petición de que se tomen medidas urgentes para atajarlo. Este requerimiento también ha sido remitido a los gobiernos de las Comunidades Autónomas afectadas.
Esta iniciativa de la Federación fue tomada tras constatar la preocupación de muchos Ayuntamientos por el futuro de sus palmerales, como demuestran las actuaciones desarrolladas en Elche, Málaga y Las Palmas de Gran Canaria, cuyos responsables locales han contado sus experiencias a Carta Local.
Aunque los primeros casos comenzaron a detectarse en España en al año 1995, en concreto en el litoral de Granada, fue a principios de 2004 cuando las alarmas comenzaron a encenderse en la Comunidad Valenciana y el gobierno de esta Comunidad Autónoma declaró oficialmente la plaga. En el Levante español, el picudo rojo ataca tanto a las palmeras datileras como a las ornamentales. En Elche, cuyos palmerales están declarados como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, ya se han perdido más de un millar de ejemplares, bien por afección directa o por la destrucción preventiva que se acomete en los pies infectados.
Palmerales patrimonio de la humanidad
José Manuel Sánchez, Concejal de Parques y Jardines del Ayuntamiento ilicitano, explica que ha habido casos puntuales que se han detectado gracias a la labor de vigilancia de los servicios municipales de Parques y Jardines, procediendo inmediatamente una vez detectados a su eliminación y a la realización de tratamientos fitosanitarios preventivos con el fin de evitar nuevos casos en la zona.
Los perjuicios son numerosos, tanto desde el punto de vista turístico, medioambiental y económico, porque la plaga puede suponer la desaparición de los palmerales históricos de la provincia de Alicante y del ilicitano, en concreto, y porque, la aparición de la plaga del picudo provoca dificultades a los viveristas y cultivadores de palmeras a la hora de exportar ejemplares, ya que en las zonas cercanas a la aparición de focos existe la prohibición de movilizar ejemplares de palmeras durante al menos dos años. Eso sin contar el enorme coste económico que tanto para el Ayuntamiento de Elche como para los particulares está suponiendo mensualmente la lucha contra el picudo rojo, señala el Concejal.
También en Málaga
La situación en Málaga es similar. En este municipio el total de palmeras afectadas es de 1.138, según datos de este Ayuntamiento, de las cuales 120 son públicas y 1.018 privadas. Las palmeras consideradas “emblemáticas” ascienden a 770, todas ellas en tratamiento preventivo. El coste económico de la lucha contra el picudo rojo para el Consistorio ha supuesto casi 500.000 euros.
El Ayuntamiento de Málaga emitió en mayo de 2009 un Bando en el que se informaba a los propietarios de palmeras de los pasos a seguir para actuar contra la plaga, siguiendo el protocolo establecido por la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía. El Bando contempla actuaciones en casos de tratamientos foliares, podas, nuevas plantaciones o corta y destrucción.
Posteriormente, el Ayuntamiento malagueño aprobó una moción presentada por la Teniente Alcalde del Área de Gobierno y Sostenibilidad, Teresa Porras, en la que además de informar sobre la normativa existente, de las competencias municipales al respecto y de los deberes y derechos de los propietarios de palmeras, se instaba a la Junta de Andalucía a impulsar la coordinación entre municipios en la lucha contra el picudo rojo, así como a la firma de convenios de colaboración con los municipios andaluces afectados.
Teresa Porras explica que en esta moción también se pedía a la Junta de Andalucía que actuara con prontitud y que adoptara una moratoria en la plantación de palmeras hasta la erradicación de la plaga y una dotación presupuestaria para investigación, entre otras cuestiones.
Canarias
La plaga afecta en Canarias a una de sus joyas botánicas, la palmera Phoenix canariensis. El picudo rojo fue detectado por primera vez en el municipio de Las Palmas de Gran Canaria en septiembre de 2005. Entonces, la Consejería de Agricultura del Gobierno de Canarias con la colaboración del Ayuntamiento comenzó a realizar el censado de palmeras, en concreto del género Phoenix, y la correspondiente inspección para buscar los síntomas provocados por el picudo rojo. El objetivo era la detección precoz de las afectadas, para su eliminación posterior.
Los responsables del Ayuntamiento de Las Palmas explican a Carta Local que la eliminación de las palmeras infectadas trata evitar que éstas se conviertan en emisor de adultos que puedan pasar a otras palmeras sanas de los alrededores. Es una plaga muy difícil de detectar y de momento no existe un método de control que tenga el 100% de eficacia sin matar la palmera. Por ello, el Ayuntamiento ha eliminado todas las palmeras públicas diagnosticadas como afectadas por picudo rojo a raíz de las inspecciones realizadas y la Consejería todas las privadas. También se llevan a cabo tratamientos fitosanitarios de carácter preventivo para el control de los estadios de picudo rojo que se encuentran en la parte más superficial de las palmeras, evitando que salgan a colonizar otros ejemplares, y en las palmeras sanas evitando que se contaminen al no prosperar las puestas.
Los técnicos han instalado una red de trampas en función de la evolución del foco, capturas y localización de palmeras afectadas. Este sistema permite, entre otras cosas, atraer a los picudos adultos hacia el centro de las zonas afectadas de cada foco y así evitar la dispersión de la plaga, al tiempo que facilita las capturas masivas de estos insectos.
Durante el año 2010 no ha habido ni capturas ni eliminaciones de palmeras afectadas. Por lo que los responsables municipales afirman que los tres focos de las Palmas de Gran Canaria se encuentran en situación de control.
Vigilancia e investigación
La vigilancia de la extensión de la plaga es una de los puntos clave para erradicarla, por eso este Ayuntamiento de Elche está atento a cualquier posible caso que se detecte en el palmeral urbano, donde hasta ahora la plaga está controlada. “En las zonas limítrofes con Elche hay muchos ejemplares afectados y corremos el riesgo que de si la Generalitat no actúa en estas zonas el picudo llegue al palmeral histórico”, apunta José Manuel Sánchez.
No obstante, el Concejal reconoce que en estos momentos hay abiertas varias líneas de investigación para acabar con el picudo y que las Administraciones están trabajando de forma conjunta para poner fin al problema. Su Ayuntamiento invierte 1 millón de euros al año en la preservación y mejora del palmeral histórico. Por eso, pide a la Generalitat Valenciana que también aporte lo que le corresponde, en concreto los 9 millones de euros que el Gobierno de España le transfirió para este fin.
La demanda de mayor implicación de las respectivas administraciones autonómicas en la lucha contra la plaga del picudo rojo, reclamada también desde Málaga, justifica la iniciativa de la FEMP, “tan interesante como necesaria”, en palabras del responsable municipal ilicitano. José Manuel Sánchez considera importantísimo que todas las instituciones se impliquen en la lucha contra esta plaga ya que se trata de un problema muy serio que pone en riesgo nuestro ecosistema. Es la Generalitat quien tiene que adoptar más medidas concretas y destinar más fondos ya que es la administración autonómica quien tiene las competencias en sanidad vegetal, afirma.
Piduco Rojo