Más de setenta técnicos y electos locales asistieron al seminario de la capital aragonesa, que fue inaugurado por el Concejal de Urbanismo, Carlos Pérez Anadón, Vicepresidente de la Comisión de Urbanismo y Vivienda de la FEMP, y la Subdirectora Adjunta de Urbanismo del Ministerio de Fomento, Sonia Hernández. Precisamente fue esta última la que explicó las medidas de flexibilización y fomento del mercado del alquiler y la Ley de rehabilitación, regeneración y renovación urbanas.
A lo largo del seminario se dieron a conocer los objetivos de estas medidas (a cargo del Consejero Técnico de la Subdirección General de Urbanismo del Ministerio de Fomento, Eduardo de Santiago) y se dedicó una ponencia específica a la certificación energética y el modelo de ordenanza reguladora del informe de evaluación de edificios, que detallaron el propio Eduardo de Santiago y Miguel Abadía, responsable del Servicio de Inspección y Disciplina del Ayuntamiento de Zaragoza.
Otro técnico de este Consistorio, Javier Rubio del Val, Jefe del Área de Rehabilitación de la Sociedad Municipal de Vivienda de Zaragoza, dio a conocer las experiencias recientes en materia de 3R en la ciudad anfitriona.
Nuevo modelo
Hasta 2012, el sector de la construcción sufrió la pérdida de prácticamente un millón y medio de puestos de trabajo. No en vano, en la actualidad se construye un 73% menos que en 2006, según datos del Ministerio. A pesar de todo, sigue habiendo suelo residencial clasificado para crecer durante los próximos 45 años y existen alrededor de 3,4 millones de viviendas vacías (de las que más de 700.000 fueron edificadas en los últimos diez años).
La población española prefiere residir en vivienda en propiedad frente a vivienda en alquiler, y en cuanto a la antigüedad del parque disponible, casi la mitad de los 25 millones de viviendas tiene más de 30 años.
En este marco, y frente a una legislación urbanística basada en el crecimiento expansivo, la Ley 3R, el Plan Estatal de Fomento del Alquiler y el Real Decreto por el que se aprueba el procedimiento básico para la certificación de la eficiencia energética de edificios, configuran un nuevo modelo en el que prevalecen otros objetivos.
Se trata, por ejemplo, de flexibilizar y dinamizar el mercado del alquiler y de reforzar la seguridad del tráfico jurídico inmobiliario, así como mejorar la regulación de diferentes procedimientos para evitar fraudes e impagos en el desarrollo de esta actividad.
También se busca facilitar la actividad de rehabilitación, que crece tras la caída de la actividad de construcción, aunque todavía se encuentra lejos de los niveles europeos. Mejorar aspectos como la conservación, la accesibilidad, la calidad, sostenibilidad y eficiencia energética del parque de viviendas son otras cuestiones que también se han tenido en cuenta en la reforma.
En general, según se ha dado a conocer en cada uno de los seminarios ya celebrados, los efectos perseguidos con el nuevo modelo urbano se mueven en tres ámbitos: socioeconómico, urbanístico y medioambiental; y jurídico. En el primero de los capítulos, se encuentra la dinamización de la economía y la generación de empleo a través de actuaciones rehabilitadoras; en el segundo, la conservación y mejora del parque edificado, así como la mejora de la calidad, sostenibilidad y competitividad en la edificación y en el suelo, aumento de la eficiencia energética y reducción de emisiones.
Finalmente, entre los efectos jurídicos se encuentra el establecimiento de un equilibrio entre los derechos de los propietarios y sus deberes; hacer más fácil la adopción de acuerdos en las comunidades de propietarios y la posibilidad de que las Administraciones Públicas velen por la calidad y sostenibilidad del parque edificado.
La experiencia de Zaragoza
En Zaragoza se vienen desarrollando políticas de fomento de la rehabilitación urbana desde 1989. Entre ese año y 2001, la Sociedad Municipal Zaragoza Vivienda actuó en el centro histórico de la ciudad y en edificios catalogados en el marco de una Ordenanza Municipal del Fomento de la Rehabilitación. A partir de ese año, y hasta 2010, el ámbito de aplicación de la Ordenanza se extendió a toda la ciudad, lo que permitió incluir en los programas unas 75.000 viviendas de más de 40 años de antigüedad (más de la cuarta parte del parque zaragozano).
Juan Rubio Val explicó que, entre 1989 y 2010, se concedieron más de 65 millones de euros en ayudas, que permitieron la rehabilitación de 3.612 edificios y 6.105 actuaciones privativas, con un total de 41.678 beneficiarios.
A partir de 2010, la entrada en vigor de una nueva Ordenanza, contempla actuaciones en viviendas de todo el término municipal, con antigüedad superior a 40 años. Las actuaciones a priorizar son aquéllas destinadas a elementos comunes en materia de accesibilidad, ahorro energético y energías renovables. En su intervención, el Jefe de Área de Rehabilitación puso de relieve las actuaciones más recientes en diferentes áreas, así como los niveles de ejecución y los resultados obtenidos.
Último seminario, en Málaga
La cita de Málaga, prevista para el próximo 12 de febrero, contará con la presencia de la Subdirectora General de Urbanismo, Ángela de la Cruz. El Teniente de Alcalde de la ciudad andaluza, Francisco Pomares, abrirá el seminario. También participará Eduardo de Santiago. La experiencia de Málaga y sus últimas actuaciones en materia de rehabilitación, regeneración y renovación urbanas correrán a cargo de José Cardador, Gerente y Coordinador General de Urbanismo del Ayuntamiento.