El Encuentro, organizado por la FEMP y la DGT, vino a dar cumplimiento a la moción aprobada en el Senado en mayo de 2008, por la que se instaba a la DGT a organizar un encuentro de ciudades para impulsar el intercambio de las mejores prácticas en materia de seguridad vial con el objetivo principal de que las ciudades se sumasen al reto de reducir los accidentes. Sobre esta base, a Gijón acudieron representantes de los ámbitos de tráfico, circulación y seguridad vial de ciudades de toda España, y también expertos y representantes de la DGT. El Encuentro se articuló en torno a sesiones plenarias y sesiones paralelas en las que se presentaron experiencias municipales en diferentes ámbitos de la seguridad vial y a las que asistieron más de medio millar de personas.
Movilidad segura
En el año 2008 se produjeron 634 muertes por accidentes en las ciudades españolas; más de las tres cuartas partes de los fallecidos en estos siniestros fueron peatones y ciclistas; además, se registraron, también en zona urbana, 49.330 accidentes con heridos de consideración y 5.000 con cierta gravedad. Así lo manifestó el Subsecretario del Ministerio del Interior, Justo Zambrana, que añadió, además, que el 50% de los accidentes de tráfico se producen en zonas urbanas.
Según señaló el Director General de Tráfico, Pere Navarro, una de las principales demandas que plantean actualmente los Ayuntamientos es que la DGT colabore en la elaboración de una serie de líneas de actuación para garantizar en las calles una movilidad segura y que apoye una Ordenanza tipo específica para esta cuestión.
Así, las líneas de actuación se recogerán, según anunció el Director General, con la puesta en marcha de diez planes piloto en otros tantos municipios -Gijón, Granada, Córdoba, Ávila, Mérida, Puertollano, Guadalajara, Fuenlabrada, Cudillero y La Laguna- que posteriormente, y en función de los resultados, se irán extendiendo a otras ciudades.
En cuanto a la Ordenanza, el objetivo es convertirla, en el ámbito urbano, en lo que ya es la Ley General de Tráfico en las carreteras: la ciudad es diferente en muchos aspectos a las carreteras y, por ello, la ordenanza jugaría el papel de “paraguas legal para poder gestionar algunas medidas que son eficaces pero que, hasta ahora, no se pueden aplicar”.
La entrada en vigor de la nueva normativa de tráfico ha conseguido reducir de manera efectiva la siniestralidad en las carreteras, pero no en las zonas urbanas, donde el descenso es menos acusado. Con la Ordenanza, la DGT busca el consenso con la Administración Local para hacer diseños de movilidad con criterios de seguridad y, así, proteger a los más vulnerables, que son los motoristas y los peatones.
Declaración de Gijón
El trabajo desarrollado en el transcurso del Encuentro y sus conclusiones quedaron recogidas en la llamada Declaración de Gijón 2009 “Ciudad, convivencia y seguridad vial”, una Declaración elaborada por los participantes en la que éstos reconocen el grave problema de la accidentalidad urbana y muestran su intención de actuar colectivamente para reducirla.
Los participantes, además, mostraron su compromiso con la movilidad sostenible “fomentando la convivencia de todos los medios de transporte y sistemas de desplazamiento, repartiendo de forma equitativa el espacio público y protegiendo a los colectivos más vulnerables”, y subrayaron su interés por la puesta en marcha de un modelo de ciudad y de movilidad que establezca una jerarquía viaria en la que tengan prioridad “los medios de transporte más sostenibles y seguros –los desplazamientos a pie, en bicicleta y en transporte público colectivo, por este orden- en detrimento del vehículo privado.
Con estas cuestiones como base, los participantes elaboraron un decálogo de propuestas –ver cuadro- en el que se recogen las cuestiones que se consideran más urgentes y necesarias.