FEDERACION ESPAÑOLA DE MUNICIPIOS Y PROVINCIAS

Un hombre esperando el autobús nocturno, una niña frente al plato del día del comedor escolar o alguien revisando esa factura pendiente. Son escenas cotidianas que esconden una de las claves para alcanzar una gestión pública más inteligente: datos. Así, gestionada, contextualizada e interpretada de forma correcta, la dinámica realidad de las ciudades puede transformarse en un gran conjunto de datos (Big Data) que puede ser aplicado para mejorar la gestión pública e incluso ser abierto a la ciudadanía para reforzarla y convertirla en parte y crítica del proceso gestor (Open Data).

Bajo este mensaje, decenas de expertos se dieron cita en el taller ‘Uso de los datos para empoderamiento de las ciudades y la ciudadanía’. En él se reivindicó que los Gobiernos Locales están trabajando en materia de datos urbanos conscientes de que se encuentran en una “fase exploratoria” en la que nunca debe olvidarse de que su objetivo “no es hacer dinero o dar información a la empresa privada, que su misión es mejorar la calidad de vida de los ciudadanos” y para ello, “será fundamental establecer alianzas con la ciudadanía, las empresas y la sociedad civil para extraer, procesar y utilizar la realidad, los datos”.

En esta coyuntura, la Directora General de Servicios Jurídicos y Coordinación Territorial de la FEMP, Judit Flórez, que encabezó su delegación en la capital belga, lanzó el reto de “hacer de los datos la oportunidad de descubrir el territorio y todas sus potencialidades. Este proceso requerirá, –según aseguró–, que los Gobiernos Locales escuchen las demandas y las necesidades de todos los actores que componen la ciudad. Para lograr este objetivo hay que “hacer atractivos los procesos participativos” y evitar “abrir tanto que llegue a saturar”; de ahí la necesidad de trabajar en una cultura de la participación y el Gobierno Abierto que acompañe a la apertura institucional.

Flórez también llevó a Bruselas el esfuerzo de los Gobiernos Locales de España de la Red de Entidades Locales por la Transparencia y Participación Ciudadana de la FEMP (RED), a través de la Guía de Datos Abiertos donde se establecen los requisitos básicos para que un Gobierno Local pueda trabajar adecuadamente con el data. Este documento es, como explicó, “una oportunidad para que las entidades con menos recursos puedan aprender de las experiencia de otros actores que ya han comenzado a trabajar en la materia”.

Además de la experiencia del municipalismo español, la plataforma URAIA contó el peso del compromiso político en la apertura de los datos gracias al caso de Valongo (Portugal), la necesidad de escuchar a la ciudadanía antes de abrir los datos, como ilustró el caso  de São Paulo, así como el potencial que la cooperación público-privada puede tener en espacios como el Big Data Campus impulsado por Seúl. En esta cita también se mostró que desafíos como la gestión de residuos, el tráfico o la planificación urbana encuentran en las nuevas tecnologías y en el Big Data poderosos aliados, de acuerdo a la experiencia de urbes como Podji (Benin) o La Marsa (Túnez), hasta el punto de que el data puede reinventar una ciudad como Chicago, según se mostró en este espacio.

Estas y otras experiencias permitieron que el taller de URAIA marcara algunos de los principales retos a la hora de trabajar con datos para mejorar la ciudad. Uno de los desafíos más evidentes es la necesidad de sensibilizar a los actores políticos sobre relación entre el data y la gobernanza. Por ello, “el primer paso es que las ciudades entiendan cómo conseguir e interpretar los datos”, algo que, como reveló el informe de la actividad, cuesta tiempo y dinero y requiere integrar a perfiles especializados en la materia.

En este sentido, este taller de URAIA evidenció que no basta con conseguir los datos, hay que hacer de ellos y del proceso para conseguirlos algo sencillo y atractivo para que llegue e implique a la ciudadanía. Esto también requiere que el ciudadano tenga espacios como los portales de datos para acceder a la información y un continuo procedimiento de sensibilización y formación a los actores sociales en la materia. Otro reto es impulsar la innovación empresarial y el emprendimiento que puede acompañar al trabajo en datos.

Los datos suponen así una oportunidad para mejorar la gestión de las ciudades que, como se reveló en esta cita, solo será aprovechado mediante el intercambio de conocimientos, el esfuerzo presupuestario y humano y, especialmente, el conocimiento de la realidad de cada territorio. En esta línea, la nueva edición de URAIA mostró la complejidad y, a la vez, la sencillez que hay tras el data: los datos deben servir para que el autobús no llegue tarde, para que el menú escolar sea equilibrado y para que pagar las facturas no sea una misión imposible. Los datos, como mostró este evento, deben hacer más inteligente la gestión urbana, han de ser un continuo recordatorio de que el objetivo es mejorar la vida de la ciudadanía.

Durante este encuentro, Flórez, junto al resto de la delegación que completaban, el Secretario Técnico de la RED, José Nuño, y el responsable del Grupo de Trabajo en materia de Datos Abiertos, Roberto Magro, expusieron las actuales líneas de trabajo y la forma de organización de la misma. Además, la Federación manifestó su disposición a internacionacionalizar sus esfuerzos en materia de Gobierno Abierto y a poner a disposición de las Entidades que lo precisen productos concretos como la Guía presentada.

En este aspecto, Obando destacó las similitudes entre el trabajo realizado por la Federación y los grandes desafíos que la Comisión se ha marcado en esta materia. Así, el especialista expuso algunos de los principales proyectos que el organismo está desarrollando para buscar puntos de encuentro y colaboración pues, como reconoció, el trabajo ya realizado por la FEMP podría enriquecer con las realidades locales proyectos europeos en marcha.