Presupuestos participativos en la gestión municipal
Los vecinos y vecinas de un pueblo o de una ciudad también pueden intervenir en la toma de decisiones sobre cómo planificar y utilizar los recursos municipales junto con su Ayuntamiento; y también verificar el cumplimiento de los compromisos adquiridos. Este es el objetivo de un trabajo realizado por la FEMP con el que se pretende impulsar esta nueva forma de gestionar lo público mediante los presupuestos participativos.
Un grupo de técnicos de la FEMP ha terminado recientemente la elaboración de una Guía para que los equipos de gobierno de los Ayuntamientos faciliten la participación activa y directa de los ciudadanos en el proceso de elaboración de sus presupuestos. Se trata de un instrumento en expansión para profundizar en la democracia participativa y, precisamente por esto, pretende facilitar la puesta en marcha de este proceso en aquellos municipios que aún no hayan iniciado esta vía de participación ciudadana y deseen hacerlo.
Al mismo tiempo, la Guía responde a una secuencia lógica de actuaciones basada en la reflexión colectiva a partir de diferentes experiencias de presupuestos participativos. En definitiva, se trata de una “hoja de ruta” para que los presupuestos participativos puedan aplicarse en unas condiciones favorables y sea realmente un procedimiento reflexionado, compartido y respaldado.
Los autores del trabajo ponen también de manifiesto, entre otras cuestiones, que en este proceso es necesario cuidar, de forma muy especial, la incorporación de todos los sectores de la ciudadanía, teniendo en cuenta la perspectiva de género y la aplicación de medidas que posibiliten la participación de personas con cargas familiares o discapacidades, sin olvidar a sectores específicos de población, como por ejemplo a los más jóvenes.
Puesta en marcha
La puesta en marcha de presupuestos participativos requiere, ante todo, una decisión del Gobierno Municipal favorable y una reflexión política sobre lo que supone. En la decisión política está implícita la determinación de las delegaciones o áreas concretas que se tienen que implicar y la encargada de impulsar y dinamizar el proceso.
El siguiente paso debe ser la elaboración de una propuesta metodológica para la implementación del proceso, su presentación al Gobierno Municipal y la comunicación al resto de la Corporación y a los Órganos Municipales de Participación Ciudadana y recepción de aportaciones al modelo presentado. Todo ello antes de su aprobación por el Pleno del Ayuntamiento o la Junta de Gobierno Local.
Como es obvio, el éxito de esta iniciativa depende en buena medida de que desde el mando político se trasladen instrucciones firmes y claras al personal técnico respecto a la obligatoriedad de implicarse en la implementación de este proyecto transversal.
Comunicación, formación y seguimiento
La Guía elaborada por la FEMP aconseja, después, el diseño de un Plan de Comunicación específico, dirigido a toda la población interesada, y programa de formación interna para el personal técnico de las Áreas Municipales, para que conozca la filosofía, metodología y calendario de desarrollo del proyecto.
El diseño de la estrategia de comunicación y coordinación internas, así como el seguimiento técnico corresponderá a una Comisión Coordinadora Interáreas, integrada por cargos directivos de los distintos departamentos y unidades implicadas. Del mismo modo, una Comisión Mixta sería la encargada del seguimiento del proceso, con participación de autoridades locales, ciudadanía, entidades sociales y personal técnico municipal.
Un aspecto importante es la capacidad de dinamización que puedan tener las áreas implicadas, sobre todo de la Delegación responsable de impulsar y guiar los presupuestos participativos. Concretamente, el empleo de canales para la formulación de necesidades y propuestas por parte de la ciudadanía, como las comisiones de concertación, asambleas ciudadanas, página web, buzones, sedes de asociaciones, etc.
Otras cuestiones a tener en cuenta serían la realización de análisis de viabilidad técnica y política de las propuestas ciudadanas; la priorización consensuada de las propuestas ciudadanas o la articulación de los resultados del proceso con el Presupuesto Municipal.
Finalmente, el proceso culmina con la difusión de los resultados a través de los diferentes canales y soportes, el seguimiento participado a través de Comisiones Ciudadanas de Seguimiento y la rendición de cuentas o devolución del nivel de ejecución (identificación / señalización de las propuestas ejecutadas, página web, publicación, órganos municipales de participación...).
Vecinos