Será también en este mes cuando se conozcan los datos de déficit de las Administraciones Locales que, tal y como ha anunciado el Ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, se espera vuelvan a ser ejemplares como ocurrió en el trimestre anterior. De hecho, según ha manifestado Cristóbal Montoro en numerosas ocasiones el superávit alcanzado por cerca de 6.000 Ayuntamientos es el muro de contención que está permitiendo que los objetivos de déficit que Bruselas fijó para todo el país se cumplan.
Por ello, el Ministro ha afirmado que no se puede castigar a aquellas Administraciones que están demostrando día a día con su gestión su compromiso con el futuro de España. Así, en el primer debate que se celebró en el Senado sobre la reforma local anunció que la posibilidad ya acordada de que los Ayuntamientos puedan invertir su superávit no se limitará al 2014 sino que se extenderá a 2015.
De la misma forma que las Entidades Locales están siendo coherentes con el compromiso que han adquirido con las finanzas de este país, desde la FEMP creemos que los políticos deben demostrar coherencia entre sus dichos y sus hechos. Por ello, estamos convencidos de que la reforma local culminará, como no puede ser de otra forma, en un texto normativo que reconocerá aquellas reivindicaciones locales que son justas como, por ejemplo, que la labor de coordinación que puedan desempeñar las Diputaciones se produzca únicamente de conformidad con el Ayuntamiento, pues sólo así se respeta la autonomía local. Siendo lo anterior relevante, aún lo será más que la futura Ley cierre adecuadamente el reparto competencial entre las distintas Administraciones, pues éste y no otro es el pilar que sustenta esta reforma.
Por coherencia con su exposición de motivos, por coherencia con lo consensuado con esta Federación a lo largo de todas las negociaciones mantenidas con el Gobierno, el trámite en el Senado no puede suponer un paso atrás en lo ya conseguido. Al contrario. El paso del Proyecto de Ley por la Cámara Alta deberá servir para mejorar una norma que resultará trascendental para los municipios y, por ende, para los ciudadanos a los que servimos los gestores locales.