Responsables de los Ministerios de Política Territorial, Fomento y Sanidad mantuvieron el pasado mes de septiembre una reunión con una representación de la FEMP, encabezada por su Presidente, Pedro Castro, en la que se abordaron medidas de actuación en el ámbito municipal contra la denominada Gripe A.
En el encuentro, enmarcado en la política de información, transparencia y colaboración puesta en marcha por el Gobierno para hacer frente a esta epidemia, se informó de las medidas específicas dirigidas a la prevención de los contagios y al control de la enfermedad en los centros de trabajo, con el fin de estas iniciativas pueden aplicarse en los en los más de 8.000 Ayuntamientos españoles.
Para que tales medidas puedan aplicarse en el ámbito municipal, se entregó a la FEMP una guía que ofrece las directrices para desarrollar planes de contingencia que protejan a los trabajadores municipales y que garanticen la prestación de servicios en los Ayuntamientos.
Además, quedó constituida una Comisión de Seguimiento que mantendrá reuniones periódicas para evaluar el desarrollo de estas medidas en el ámbito municipal. Esta Comisión permanecerá atenta a cualquier eventualidad que pudiera surgir en relación a la incidencia de la gripe A en los ayuntamientos españoles.
El Secretario de Estado de Cooperación Territorial, Gaspar Zarrías, que presidió la sesión de trabajo, subrayó que durante una pandemia de gripe la labor de los centros de trabajo “es vital” para proteger la salud de los empleados y para paliar el perjuicio que esta enfermedad pueda causar en el normal funcionamiento de la institución afectada. En este sentido, dijo, “los Ayuntamientos, como centros de trabajo que son, también tienen que estar preparados para afrontar los efectos de una pandemia”.
Zarrías comentó que los consistorios españoles deben contar con un instrumento válido para diseñar su propio plan de actuación frente a un hipotético impacto de la gripe A. “Si nos anticipamos a los posibles problemas que genere esta gripe, estaremos reduciendo el coste sanitario, social y económico de la misma”, afirmó.
Guía para prevenir el contagio
La Guía entregada a la FEMP para la elaboración de planes de actuación propios en los centros de trabajo dependientes de los Ayuntamientos identifica las medidas específicas para prepararse frente a los efectos de una pandemia de gripe. Muchas de éstas también serán útiles durante otro tipo de emergencias, ya que son de carácter general y deben adaptarse a esta situación en particular y a las características específicas de cada tipo de empresa o centro de trabajo.
La Guía contempla diversos estadios de actuación que comprenden la preparación previa para el impacto de una pandemia en el centro de trabajo, en sus empleados y usuarios externos; el establecimiento de medidas de contingencia; la asignación de fondos para proteger al personal; la formación e información de los trabajadores y la comunicación con ellos; y la coordinación de esfuerzos con otras organizaciones.
Así, por ejemplo, recomienda designar a un coordinador y a un equipo, que incluya al servicio de prevención de riesgos laborales, con responsabilidades y funciones bien definidas para que se ocupen de la planificación y de las labores de respuesta en caso de una pandemia. Del mismo modo, propone el establecimiento de reglas para modificar la frecuencia y el tipo de contacto de persona a persona o la identificación de empleados o clientes con necesidades especiales.
También señala la posibilidad de establecer procedimientos para que los empleados puedan trabajar desde casa o con un horario flexible, así como el establecimiento de pautas para prevenir la propagación de la gripe, como por ejemplo la higiene respiratoria y el cubrirse al toser, o el aislamiento de las personas con síntomas de gripe. En esta misma línea, es conveniente disponer de suficiente material para el control de la infección -como productos para la higiene de las manos, pañuelos desechables y papeleras para tirarlos- en cada una de las oficinas y lugares de trabajo.
La información a los trabajadores también es fundamental en la metodología propuesta. Por ello, la Guía pide que se establezcan y difundan programas y materiales con información básica sobre la pandemia –síntomas y formas de contagio- así como estrategias de protección y respuesta tanto para individuos como para familias. De igual forma, es importante prever situaciones de temor y ansiedad entre los empleados, evitar rumores e información errónea y establecer el correspondiente plan de comunicación.