Buenas prácticas para el desarrollo sostenible del medio rural
Los Alcaldes de La Aldea de San Nicolás, Coca y Somiedo recogieron el pasado 10 de septiembre, el I Premio de Buenas Prácticas para el Desarrollo Sostenible del Medio Rural, un galardón exequo con el que se reconoce el trabajo de los tres municipios en su apuesta por la sostenibilidad.
El modelo de gestión de residuos agrícolas, emprendido por el Ayuntamiento de La Aldea de San Nicolás (Las Palmas), la extracción de resinas naturales como fuente de empleo, promovida por el Ayuntamiento de Coca (Segovia) y el proyecto “Ganader@s con escuela”, que lleva adelante el Ayuntamiento de Somiedo desde 2007, han sido elegidos entre 38 iniciativas municipales como las mejores prácticas en materia de desarrollo sostenible del medio rural en el marco del I Concurso sobre esta materia convocado desde la FEMP. Los tres Alcaldes recibían la tarde del viernes 10, en el marco del Congreso, el diploma y galardón acreditativos de manos de la Ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa.
Empleo y desarrollo sostenible en la explotación agrícola
Las tres prácticas premiadas tienen en común el afán de sus promotores por la creación de empleo y el asentamiento de la población, todo ello desde el impulso del desarrollo sostenible, aunque desde diferentes perspectivas en función de las particularidades de cada municipio.
Así, en La Aldea de San Nicolás, una de las últimas reservas agrícola-paisajísticas que quedan en Gran Canaria, que cuenta en su territorio con cuatro espacios naturales protegidos –incluidos, de hecho, en la Reserva Mundial de la Biosfera del oeste de la isla-, la puesta en marcha de su modelo de gestión de residuos agrícolas ya muestra resultados visibles sobre el paisaje y promete, a corto y medio plazo, un impacto favorable sobre el empleo en la zona.
La iniciativa que les ha valido este reconocimiento, -y también el del Comité Hábitat Español que ha seleccionado la práctica para concurrir en el Concurso de Buenas Prácticas de Naciones Unidas-, ha venido a resolver el problema que planteaban los restos agrícolas en este municipio: La Aldea de San Nicolás, cuyo desarrollo económico está basado en el cultivo intensivo del tomate para la exportación, hubo de afrontar la crisis provocada por los residuos de esta actividad agrícola; frente a la situación, el municipio impulsó su nuevo modelo, una estrategia orientada a favorecer el desarrollo socioeconómico del territorio mediante la reducción de los niveles de desempleo y la mejora de las condiciones de salubridad e higiene en las explotaciones y su entorno.
Las actuaciones se han llevado a cabo en dos fases –la primera de intervención municipal y la segunda de ordenación-, y han ido desde la formación de técnicos o diseño de planes de empleo o mejora de infraestructuras hasta la elaboración de una ordenanza municipal sobre residuos agrícolas o la puesta en marcha de una campaña de sensibilización.
Intervenciones integradoras con participación de Administración y sector privado, creación de comisiones técnicas y otras actividades han permitido impulsar el nuevo modelo de gestión de residuos y avanzar hacia los objetivos propuestos –entre otros, disminuir los niveles de desempleo , recuperar la producción agrícola, combatir y prevenir las plagas o equipar con infraestructuras adecuadas-.
Extracción de resinas como fuente de empleo
Mejorar la eficiencia en el proceso de extracción de resinas ha permitido a otro de los municipios premiados, el de Coca (Segovia), crear más de 150 empleos directos e indirectos y, con ello, contribuir al asentamiento de población. Así dan cumplimiento a dos de los objetivos que este Ayuntamiento, en colaboración con la Comunidad de Villa y Tierra de Coca, se planteó al experimentar con nuevas técnicas de resinación.
La utilización de derivados de resinas naturales en lugar de derivados del petróleo es una apuesta de la industria europea por la reducción de emisiones de CO2; la resina es un producto natural y renovable que, en la actualidad, procede en su mayoría de las importaciones de países emergentes; Coca cuenta con la parcela más grande de Europa, con 18.000 pinos resineros, un espacio que tanto el Ayuntamiento como la Comunidad de Villa y Tierra consideraron óptimo para experimentar con nuevas líneas de resinación, formar a trabajadores en el proceso y dar difusión a los resultados obtenidos.
Así, ambos promotores pusieron en marcha nueva maquinaria específica –en cuyo uso se formó durante dos años a medio centenar de personas- e impulsaron ponencias y prácticas en numerosos municipios de la provincia dando, al mismo tiempo, difusión a la idea. En la actualidad están en resinación todos los lotes resinables de Coca, se da trabajo a las 150 personas, se ha reducido el tiempo para la extracción en cada pino y se cuenta, además, con una reducción significativa de incendios forestales, ya que los resineros se encuentran trabajando en el monte durante la época de mayor riesgo. La práctica de Coca es un respaldo a la actividad de extracción de resinas naturales, que se moderniza y mejora su eficacia.
Dignificar la actividad ganadera
Los objetivos de dar a conocer desde la escuela la importancia de la actividad ganadera del municipio, dignificarla como profesión y presentarla como una opción económica de futuro para los jóvenes, movieron en 2007 al Ayuntamiento asturiano de Somiedo, en colaboración con el Gobierno del Principado de Asturias y la Asociación de Criadores de Ganado Vacuno Selecto de Raza Asturiana de los Valles –ASEAVA- a poner en marcha una curiosa actividad con los más pequeños. Se trataba de permitirles participar en un “Jurado de Concursos Ganaderos” específico para niños, en la línea del ya existente para los adultos.
Para ser jurado, los escolares debían contar con el título acreditativo correspondiente; las actividades promovidas para el logro de esta titulación son la parte principal de la buena práctica premiada, e implican a alumnos, padres, profesores.
El proceso comprende tres sesiones: la primera, introductoria, cuenta con la participación de los técnicos de ASEAVA, que explican en las aulas qué debe tener una explotación ganadera para ser rentable y respetuosa con el medio ambiente, y cómo ha de formarse un ganadero; la segunda sesión, que adapta para los niños el proceso de titulación vigente para personas adultas, les enseña en el mercado de ganados como diferenciar los rasgos morfológicos que diferencian al ganado y a valorarlo en función de ellos; la tercera y última sesión, con las pruebas ya superadas, es la concesión del carné y el diploma acreditativos, con los que los niños ya pueden actuar como jurados en los certámenes ganaderos; con su valoración, se concederá un premio especial del “Jurado infantil”. Actualmente, una veintena de escolares actúan como jurado en el Certamen Nacional de Rebaños de Asturiana de los Valles.
Acto de entrega del Premio