FEDERACION ESPAÑOLA DE MUNICIPIOS Y PROVINCIAS
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Ciudades seguras, ciudadanos libres
En unos momentos de especial dificultad, es cuando debemos reafirmar nuestra apuesta por un espacio público de calidad, que garantice el equilibrio social y la cohesión territorial
La cumbre de Gobiernos Locales celebrada este mes de febrero en Barcelona ha acentuado la capacidad y el compromiso de los Gobiernos Locales de toda Europa de contribuir, junto con los demás poderes públicos y los agentes económicos sociales, a la reactivación económica y a la creación de empleo.
Este compromiso, refrendado unánimemente por la Comisión Ejecutiva de la FEMP con la aprobación de una declaración específica, es una muestra de la voluntad política y la disposición de los Gobiernos Locales españoles para contribuir al desarrollo de un modelo económico sostenible, con proyección global, aprovechando los recursos del territorio y las potencialidades y las aspiraciones de nuestros vecinos.
La declaración contiene un decálogo que, entre otras cosas, recoge la necesidad ineludible de que los Gobiernos Locales estén representados y participen activamente en todas las mesas y en todos los foros en los que se tomen decisiones sobre el nuevo modelo productivo.
La cumbre, en la que han participado más de un millar de representantes locales de 260 ciudades europeas, ha manifestado también la necesidad de avanzar en la instauración de la gobernanza multinivel en Europa, según los principios de autonomía y subsidiariedad.
Al mismo tiempo, la FEMP ha querido dejar patente el papel de los Gobiernos Locales como garantes de la seguridad y el libre ejercicio de los derechos ciudadanos. Ciudades seguras, ciudadanos libres. Por eso, demandamos al conjunto de las Administraciones Públicas que pongan a disposición de los Ayuntamientos los recursos necesarios y que se fortalezca la coordinación de todas las fuerzas de seguridad y la cooperación entre policías, fiscalía y judicatura.
Hay que dar respuesta a la reincidencia, priorizar medidas de reinserción y de trabajos en beneficio de la comunidad y avanzar en la resolución de conflictos por la vía de la mediación, de la justicia de proximidad y del uso de instrumentos alternativos a la judicialización.
En unos momentos de especial dificultad, cuando la crisis económica golpea a nuestros municipios y a nuestros ciudadanos, es cuando se pone en evidencia la fragilidad del espacio público. Es, por tanto, el momento de reafirmar nuestra apuesta por un espacio público de calidad, que sea garantía del equilibrio social y territorial y fundamento de la cohesión territorial, tal como lo hemos hecho con la aprobación de la Declaración de Barcelona.
