El Programa de Desarrollo para Alcaldes y Electos Locales celebra este año su segunda edición con los mismos objetivos que ya guiaron esta iniciativa de formación para responsables políticos el pasado año. En esta ocasión, la Fundación Aquae repite su compromiso de apoyo y “la Caixa” se incorpora como nuevo patrocinador, ambos con el compromiso de colaborar en la capacitación de ediles.
Centrando el programa en las acciones mejor valoradas del año 2013, y tal y como hemos venido informando en números anteriores, tres son las líneas formativas impulsadas en la presente edición: ´Liderazgo político y comunicación, Comunicación institucional y personal eficaz, y Organización, dirección y motivación de equipos. Las dos primeras ya han comenzado a ejecutarse (los cursos se realizaron en los meses de junio y julio, respectivamente) y la tercera arrancará el 14 de octubre.
Este curso sobre organización, dirección y motivación de equipos nace con el objetivo dar a conocer a los alumnos participantes distintas técnicas y herramientas de gestión de recursos humanos y la manera de aplicarlas en el entorno de la Administración Local. Asimismo, busca ofrecer modelos organizativos eficientes y estrategias de modernización para los equipos humanos de los Ayuntamientos, y también conseguir equipos eficientes mediante el uso de las citadas técnicas.
En cuanto a los contenidos, en el curso que dirige José Ramón Pin (ver entrevista en estas páginas) se analizará el nuevo entorno para la gestión política e institucional, y dentro del mismo, las relaciones laborales y la gestión de personas en el marco de la Administración, así como la función pública local (estrategia e instrumentos para su modernización) y la relación entre políticos, directivos y funcionarios.
Otra de los temas centrales es el diseño organizativo; en concreto, se pasará revista a los retos actuales para la organización o reorganización de los Ayuntamientos y, en lo que respecta a la organización de sus recursos humanos, el curso analizará la reestructuración y reasignación de efectivos.
El tercero de los bloques temáticos corresponde a la gestión y motivación de las personas. En este capítulo se estudiarán los equipos para el cambio, la creación y desarrollo de equipos y, finalmente, la automotivación, el aprendizaje y la confianza.
En el curso las ponencias se completan con diversas experiencias de trabajo en equipo de diversos casos (uno de ellos, la toma de posesión de los opositores), y de una conferencia coloquio.
El trabajo en equipo
Antes de plantear la utilidad del trabajo en equipo, el curso define qué es exactamente un equipo: un grupo pequeño, con habilidades complementarias, enfoque común, objetivos comunes, compromisos para conseguirlos y medidas de rendimiento. Los equipos interaccionan, tienen sentimientos comunes, desarrollan normas de convivencia y roles.
Trabajar en equipo ofrece como ventajas que permite la suma de conocimientos y la aportación de información más variada, hay enfoques diferentes, mayor comprensión de la decisión y, en consecuencia, mayor compromiso y aceptación. En el lado de los inconvenientes figuran la presión de la mayoría, que tiende a inducir conformidad, la reiteración y el tiempo, entre otros.
El hecho es que trabajar en equipo no resulta sencillo. Depende de una serie de habilidades, tres que constituyen la llamada dimensión técnica (la habilidades técnico-funcionales, las de proceso y las de resolución de problemas y toma de decisiones) y otras que representan la dimensión socioemocional (las habilidades interpersonales). Para que el equipo trabaje bien es preciso dominar ambas dimensiones.
En lo que respecta a habilidades técnico funcionales, es conveniente que los diferentes miembros del equipo tengan especialidades diferentes dentro de la temática que se aborda, al objeto de que exista aportación de diferentes enfoques y conocimientos.
Por lo que se refiere a las habilidades de proceso, una de las cuestiones centrales son las reuniones, una parte fundamental del trabajo en equipo, pero no la única ni la que centra la mayor parte del trabajo. En el curso se analizan cuestiones como a quién se convoca, la confección del orden del día o la conducción de la reunión, tanto en lo que respecta a participación como al orden que ha de seguir la discusión o la presentación de resumen y conclusiones o la elaboración de un acta y repaso de las decisiones adoptadas.
Y en cuanto a las habilidades de resolución de problemas y toma de decisiones, se explican dos procedimientos: por una parte, el método Lewin y, por otra, las cinco herramientas para la resolución de problemas (definición de problemas, diagrama de Ishikawa, lluvia de ideas o brainstorming, matriz de decisión y planes de mejora).
Finalmente, y ante el trabajo en grupo, se encuentran las habilidades interpersonales, que implican la resolución de una serie de problemas, como los de identidad, control, objetivos y afecto. Para que el grupo funcione adecuadamente es necesaria buena voluntad y disposición por parte de sus miembros.
El resultado óptimo será un equipo eficaz, cuyas características son, entre otras, un objetivo claro y aceptado, una atmósfera distendida, la participación de todos, escucha mutua, desacuerdo civilizado o decisión por consenso. En ese entorno, además, se aplica la crítica franca y constructiva, se expresan sentimientos, sin reservas, se formulan encargos claros y existe un liderazgo compartido y autoexamen.