FEDERACION ESPAÑOLA DE MUNICIPIOS Y PROVINCIAS

23 Noviembre 2024

El Foro Ciudades Euroárabes reclaman democracia y cambios institucionales

Democracia, participación, justicia y coexistencia pacífica fueron algunas de las peticiones que representantes de ciudades árabes formularon para sus países en el transcurso del II Foro de Ciudades Euroárabes, celebrado recientemente en Málaga. Estas demandas, de especial significado en el momento actual por el proceso de transición hacia la democracia que viven muchos países de la zona, deberán consolidarse mediante cambios institucionales, según precisaron los demandantes.




El II Foro de Ciudades Euroárabes, que reunió a más de 200 representantes de 30 países y 80 ciudades de ambos lados del Mediterráneo, fue organizado por la Organización de Ciudades Árabes (OCA), el Congreso de Poderes Locales y Regionales de Europa (CPLRE), el Consejo de Municipios y Regiones de Europa (CMRE), el Ayuntamiento de Málaga y el Comité Permanente para el Partenariado Euromediterráneo (COPPEM). Este segundo Foro se ha organizó en el contexto de una iniciativa que comenzó en 1988 con la Conferencia de Ciudades Euroárabes, celebrada en Marrakech, y que continuó en la Conferencia Euroárabe de Ciudades que tuvo lugar en Valencia en 1994; ahora, tras un I Foro celebrado en Dubai en 2008, se ha organizado el actual Encuentro de Málaga que será precedente, a su vez, de un tercer Foro a celebrar en 2014 en una ciudad árabe.

 

Nuevo modelo de participación ciudadana

 

El especial momento histórico que viven numerosos países árabes durante estos meses ha sido uno de los factores destacados en el texto final –Declaración de Málaga-, elaborado sobre la base del trabajo que los participantes desarrollaron durante las dos jornadas de duración del Foro.

A través de este texto, el Foro “exige el cese inmediato de los crímenes contra la humanidad que son actualmente perpetrados contra las poblaciones civiles”. En referencia a la cercanía a los ciudadanos de los Gobiernos Locales, los asistentes mostraron su disposición a “construir un nuevo modelo de participación ciudadana en interés del desarrollo de nuestra región”. Ante ese nuevo modelo, añade la Declaración, “estamos dispuestos a ponernos al frente para dialogar con nuestros gobiernos nacionales y con las organizaciones internacionales para representar mejor a nuestros ciudadanos y para respaldar los aires de cambio de nuestras ciudades”.

En lo referente a las aspiraciones ciudadanas de cambio político y social en un entorno de respeto a la democracia, la participación, la justicia y la coexistencia pacífica, la Declaración subraya el compromiso de colaboración de las ciudades europeas que, al respecto, expresan que “los lazos y las relaciones de amistad entre nuestras comunidades nos permiten compartir estos extraordinarios acontecimientos y procesos  en el mundo árabe, que deben consolidarse con cambios institucionales”.

Según quedó reflejado en la Declaración de Málaga, los participantes “acogieron con agrado” la Estrategia Regional para el Mediterráneo de la Alianza de Civilizaciones de Naciones Unidas, aprobada en Malta en diciembre de 2010 para mejorar el entendimiento y la cooperación entre naciones y culturas, frente a “las fuerzas que potencian la polarización y el extremismo”; a su juicio, la Estrategia Regional “abre nuevas vías de cooperación porque considera la cooperación entre las ciudades, o la diplomacia de las ciudades de la región mediterránea como uno de sus diez ámbitos de acción y sinergias prioritarios  en interdependientes para el período 2011-2013”.

Municipios de uno y otro lado del Mediterráneo se han comprometido a cooperar para mejorar la gobernanza local desde cuatro puntos de vista: los nuevos desafíos de la citada gobernanza local, la gestión urbana para el desarrollo sostenible y los servicios municipales, los instrumentos financieros y, finalmente, la cultura, el patrimonio cultural y el turismo. Estos cuatro ámbitos son los mismos que fueron abordados en el transcurso de las diversas sesiones del Foro.

Sobre gobernanza, el Foro subrayó la importancia de promover la participación efectiva de los ciudadanos, en especial, las mujeres y los jóvenes, en la gobernanza de las ciudades; paralelamente reconoció que es fundamental redoblar los esfuerzos para preservar el medio ambiente y para alcanzar un justo equilibrio entre las dimensiones económica, social y medioambiental de las políticas territoriales.

En el ámbito de la suficiencia financiera, los participantes, tanto árabes como europeos, señalaron que, para que exista una auténtica autonomía local, es necesaria la autonomía financiera, y a tal efecto, los gobiernos centrales y regionales han de velar ”por adecuar su normativa para conseguir esta finalidad”.

En esta misma línea, la Declaración reclama que, cuando se produzcan transferencias de servicios desde Gobiernos Nacionales o Regionales hacia ciudades y municipios, éstas han de contar con una financiación específica y definida, y añade que “debe compensarse a los municipios y ciudades por cualquier supresión de un tributo local por parte de los Gobiernos Locales y Regionales”, lo que supone aplicar el principio de lealtad institucional entre las distintas Administraciones.

Destaca también que los municipios y ciudades han de fomentar la exigencia de tasas y precios por la prestación de servicios que afectan directamente a un grupo de ciudadanos y que, además, han de fomentar el desarrollo de actividades económicas que no son realizadas por el sector privado a través de la creación de empresas públicas que, una vez sean rentables, pueden formar parte de los instrumentos financieros locales.

Junto a otras sugerencias, la Declaración completa este capítulo de propuestas señalando que “los municipios y ciudades han de establecer como criterio fundamental para la sostenibilidad de la prestación de los servicios públicos el que todas las transferencias que reciban de los Gobiernos Nacionales y Regionales lo sean de manera condicionada.

En cuanto al patrimonio cultural, que enfocó otro de los puntos de vista del Foro, la Declaración indica que “el patrimonio cultural, con sus diversos elementos y ámbitos de actuación, es un activo extraordinario no sólo para las respectivas ciudades sino para toda la humanidad”. A este respecto, se incide en la necesidad de elaborar y aplicar estrategias “para preservar y otorgar un valor añadido a nuestro patrimonio cultural para el desarrollo sostenible de nuestras ciudades”.

 
Foro Euro-Arabe

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