Extranjeros con voz y voto
Un total de 473.748 extranjeros, del casi millón y medio que podían ejercer este derecho, tienen intención de votar en las elecciones locales de este mes de mayo. La gran mayoría de los potenciales votantes nacidos fuera de España proceden de los países de la Unión Europea. Los extracomunitarios han sido menos proclives a la participación, sólo un 14% acudieron a las oficinas habilitadas por los Ayuntamientos para registrarse como electores.
El 22 mayo podrán elegir a sus Alcaldes y Alcaldesas, en un ejercicio sin precedentes en nuestra historia democrática, los ciudadanos de Ecuador, Perú, Bolivia, Colombia, Paraguay, Chile, Nueva Zelanda, Islandia y Noruega, países que suscribieron los respectivos convenios de reciprocidad con España, y a última hora, los de Cabo Verde. Las personas registradas originarias de estos países suman la cifra de 52.117, de los más de 350.000 que hubieran podido hacerlo. A todos ellos, hay que sumar los ciudadanos de la Unión Europea que, en su conjunto, acudirán a las urnas en un número aproximado a los 400 mil.
Los rumanos y los británicos acapararán casi la mitad del voto extranjero, 103.355 y 102.633 inscritos, respectivamente. Alemanes (47.031), italianos (40.277) y franceses (32.949) acudirán a la cita electoral en buen número. La colonia ecuatoriana agrupa el sexto grupo más numeroso de electores y el primero de los extracomunitarios, con más de 25.000 personas apuntadas. A continuación se encuentran los originarios de Portugal, Bulgaria, Países Bajos o Bélgica, todos ellos, salvo los belgas, por encima de los 10.000 electores. Los 33 neozelandeses, los 28 islandeses o los 22 caboverdianos, aportan el dato testimonial y anecdótico a esta estadística.
Por provincias, la que se lleva la palma en número de extranjeros registrados es Alicante; allí votarán más de 77.000. Madrid, con más de 67.000, y Barcelona, con más de 40.000, reúnen un buen número de potenciales votantes, pero lejos de la importancia, en términos relativos que representa la provincia levantina. Málaga y Valencia también suponen un buen ejemplo de participación extranjera en los comicios locales, la primera llega casi a los 40.000 inscritos y la segunda sobrepasa los 23.000. En las Islas Baleares, un lugar muy propicio también para los residentes comunitarios, se han registrado 22.335 electores.
Un paso adelante
El Presidente de la Federación de Asociaciones de Rumanos de España (FEDROM), Miguel Fonda Stefanescu, considera que la participación de extranjeros en los comicios municipales constituye un “paso adelante, muy positivo”, aunque a su juicio se queda corto y sería necesario “romper” el marco legislativo, modificando la Constitución, para reconocer el derecho de voto en cualquier proceso electoral nacional, siguiendo la “marca” estratégica de Masstricht. Del mismo modo, apuesta por que ese derecho no esté condicionado por el hecho de que el país de origen este obligado a reconocer el sufragio de los nacionales españoles.
El caso de los ciudadanos procedentes de países extracomunitarios entraña algunas diferencias significativas respecto de los procedentes de la Unión Europea; la principal, que su nivel de interés por la próxima cita electoral es bastante inferior. Aún así, el que puedan acudir a las urnas supone “un reconocimiento de los derechos sociales y políticos de todo ciudadano extranjero en igualdad de condiciones que los nacionales”, según expresa Raúl Jiménez, portavoz de la Asociación hispano – ecuatoriana Rumiñahui.
Se trata de un “primer paso” y la aspiración de este colectivo es que el proceso participativo se vea fortalecido en un futuro hasta llegar a “una plena participación”. Raúl Jiménez afirma que si los extranjeros cumplen los deberes y obligaciones en todos los ámbitos, deben poder elegir a sus representantes en el lugar donde residen. “Cualquier política pública que tenga su origen en un Ayuntamiento es el reflejo de las necesidades de la población que reside en la localidad, incluido el colectivo de extranjeros”.
Movilización desigual
El colectivo de ciudadanos de origen rumano es el más numeroso y también el que parece más inclinado a participar, un dato difícil de interpretar, según reconoce el Presidente de FEDROM, porque la situación política rumana “no es compatible con la española, ni existen parámetros de comparación”. En todo caso, el dato reflejaría, por un lado, la “relativa movilización de las instituciones y los políticos españoles” y una mayor información y facilidad en la inscripción de estos colectivos pero, sobre todo, el posicionamiento de los líderes sociales y del movimiento asociativo “jaleando” este proceso.
La desproporción entre el número de extranjeros de origen comunitario y extracomunitario registrados en el censo electoral puede deberse, según el representante de Rumiñahui, a varios factores, como una información insuficiente, por parte de las instituciones responsables, entre ellas los Ayuntamientos, pero también a que el colectivo de latinoamericanos y, concretamente, el ecuatoriano, “no ha recibido el mensaje de los políticos, los más interesados en este proceso, porque prácticamente no ha existido”. Jiménez lamenta que el único mensaje que reciben “a diario” estos ciudadanos, de parte de algunos sectores “de la derecha más rancia” es el que los vincula con la crisis económica, la inseguridad o la violencia de género. Por ello, pide a los partidos que crean más en el aporte del voto inmigrante a la sociedad donde residen.
Participación e integración
¿El nivel de participación electoral marca el grado de integración? Miguel Fonda cree una mayor participación en procesos electorales implica más cohesión sociopolítica y es un factor importante en la integración, pero no el único. A pesar de todo, esperaba una respuesta mayor de los rumanos residentes en España y lo achaca a la falta de coordinación y de información, “ambigua, cuando no contradictoria”, y a “un cierto temor” de las fuerzas políticas antes los posibles resultados.
Rumiñahui es consciente de la necesidad de trabajar con su propia gente, porque la falta de credibilidad en la clase política también está provocada por la inestabilidad en su país de origen. “Es necesario devolverles la ilusión y hacerles saber que su voto cuenta, sobre todo para desterrar los discursos negativos que ciertos sectores se encargan de difundir”. Además, añade, tener la posibilidad de votar avala, en buena medida, el proceso integrador de doble vía entre el país de destino y quien ha decidido establecerse e iniciar un proyecto de vida.
Presencia en listas electorales
Sobre la presencia de candidatos extranjeros en las listas electorales, el Presidente de FEDROM considera que “deberían ser más numerosos” y en lugares en los que poder ser elegidos realmente. “Sería bueno que los partidos políticos dejasen de pensar en lo quitan los inmigrantes a su opción, para apoyar lo que aportan al país”. De lo que sí se muestra convencido es de la inoportunidad de presentación de candidaturas específicas de inmigrantes, “una grave equivocación y una manera de desmovilizar a estos colectivos con atajos tramposos”.
El discurso de los partidos políticos ha sido el de contar en sus listas con ciudadanos extranjeros, pero Raúl Jiménez, al igual que el representante de los ciudadanos rumanos, duda de que tal cosa se produzca en número importante y, si ocurre, será en puestos con escasas posibilidades de salir elegidos. “Entiendo que debe apostarse por una mayor inclusión en las listas de personas de origen extranjero, que conozcan el problema de migración y puedan favorecer el diseño de políticas públicas municipales”.
El portavoz de Rumiñahui también se muestra reacio a la presentación de candidaturas compuestas por ciudadanos extranjeros, “aún es muy temprano”, y de lo que se trata –apostilla- es que el discurso de los líderes de colectivos inmigrantes anime a la participación y no que la desanime.
Cargos electos “extranjeros”
En el mandato municipal que está a punto de expirar sólo dos Alcaldes y 85 concejales son de nacionalidad extranjera, según los datos publicados por el Ministerio de Política Territorial y Administración Pública. Los primeros ediles son Claude George Edgar Doppia, de nacionalidad francesa, que ocupa la alcaldía del municipio salmantino de Rollán, y Ann Gyles Gyles, de origen belga, Alcaldesa en Alfés (Lleida). En lo que respecta a concejalías, 37 son británicos (43,53%), 17 alemanes (20%) y 13 franceses (15%). El resto se reparte entre italianos, belgas, holandeses, austriacos, búlgaros, húngaros, irlandeses o checos.
Petra Braker y Randa Sayegh, nacieron en otros países y un día decidieron participar activamente en la política local. La primera, alemana de nacimiento, es Primera Teniente de Alcalde y Concejal de Urbanismo, Obras y Servicios, Seguridad Ciudadana y Turismo del Ayuntamiento de Benijófar, un municipio alicantino de 4.000 habitantes. La segunda, nacida en Jordania, es Concejala de Desarrollo Local, Economía, Empleo e Inmigración de Villanueva de la Cañada (Madrid), con más de 17.000 vecinos.
Petra vino a España con ocho años y salió elegida en las últimas elecciones locales de 2007, cuando el Alcalde de esta localidad le brindó la oportunidad de presentarse, “un reto que acepté”, según explica, para “convertir en realidad grandes proyectos”. Randa, por su parte, lleva en España 29 años, ocho de ellos de Concejala, que le han servido para aprender y sentirse realizada “ayudando a los demás y sirviendo a mi pueblo”, y sobre todo para “transmitir los problemas de los inmigrantes a las instituciones implicadas, y ser participe en los cambios a favor de los derechos humanos y la tolerancia.
Ambas concejalas coinciden en la apreciación de que su condición de “extranjeras” no supone una visión distinta del ejercicio de la política local. “Lo que realmente valora la gente es la cercanía y la sinceridad de quienes asumen los cargos políticos, la importancia de atender a todos por igual, desde la más absoluta transparencia y con un trato muy personal”, afirma Braker. Su colega Randa destaca que más que “la visión en sí”, lo importante es “el intercambio de experiencias, la interculturalidad y sobre todo el pluralismo, porque trabajar con personas de muchas nacionalidades es una manera de acercarnos a las otras culturas para favorecer la integración mutua”.
Sobre la escasa presencia de cargos electos locales de origen extranjero, la Concejala de Villanueva de la Cañada, opina que todavía hay mucho camino por recorrer: “se necesita tiempo para adaptarse al cambio e integrarse y, por supuesto, hay que formarse y prepararse para cualquier camino que queremos emprender en la vida”. De todas formas, también depende de las características del pueblo y sobre todo de los gobernantes, “si son tolerantes o si apuestan por la buena convivencia en la diversidad cultural”. La edil de Benijófar señala que también influye el idioma, el desconocimiento de las leyes y de la política española, aunque destaca que en el caso de su municipio, el Alcalde lleva tres extranjeros en su lista “y todos ellos han demostrado su interés por el pueblo y su agradecimiento por participar en la política local”.
El desconocimiento y la falta de confianza en el voto es lo que aleja de las urnas al extranjero residente en España. De ahí que sólo un tercio de ellos hayan ido a registrarse para ejercer ese derecho. “Vienen de pueblos donde el voto no se respeta y les cuesta integrarse en un país donde no se sienten representados. El hecho de ver a políticos de origen extranjero, para ellos es un modelo a seguir”, señala Randa Sayegh. “Diría que les preocupa no saber cómo funcionan las elecciones en España, que tienen que hacer, las siglas de los partidos, etc. Y eso les echa para atrás a la hora de votar”, apunta Petra Braker.
¿Más participación equivale a mayor grado de integración? Braker cree que lo que demuestra es una mayor implicación en los intereses del pueblo que han escogido para residir. “Desde el Ayuntamiento de Benijófar, nos esforzamos en ofrecerles todo tipo de facilidades para que el idioma no sea una barrera. También tenemos un punto de atención al residente con personal cualificado para atenderles”, explica. Esta Concejala, además, es partidaria que el voto de extranjeros se amplíe a otras elecciones, como las autonómicas.
La participación electoral, según Randa Sayegh “es una puerta más que anima a los inmigrantes a integrarse en la sociedad y crea más confianza en el país de acogida; es lo que les da el entusiasmo suficiente para cumplir con su deber como un ciudadano más y tener derecho a la igualdad de oportunidades”. Acerca de la ampliación del derecho de voto a otros comicios, considera que debería existir una legislación que establezca unas condiciones mínimas de acceso de la población inmigrantes al voto como ciudadanos de pleno derecho. “También creo –añade- que se necesita una política educativa que favorezca la inclusión y la participación de todos y que transforme la diversidad en fuente de pluralismo y no de discriminación cultural. La clave del progreso y de la convivencia ejemplar está en la educación”.
El 22 mayo podrán elegir a sus Alcaldes y Alcaldesas, en un ejercicio sin precedentes en nuestra historia democrática, los ciudadanos de Ecuador, Perú, Bolivia, Colombia, Paraguay, Chile, Nueva Zelanda, Islandia y Noruega, países que suscribieron los respectivos convenios de reciprocidad con España, y a última hora, los de Cabo Verde. Las personas registradas originarias de estos países suman la cifra de 52.117, de los más de 350.000 que hubieran podido hacerlo. A todos ellos, hay que sumar los ciudadanos de la Unión Europea que, en su conjunto, acudirán a las urnas en un número aproximado a los 400 mil.
Los rumanos y los británicos acapararán casi la mitad del voto extranjero, 103.355 y 102.633 inscritos, respectivamente. Alemanes (47.031), italianos (40.277) y franceses (32.949) acudirán a la cita electoral en buen número. La colonia ecuatoriana agrupa el sexto grupo más numeroso de electores y el primero de los extracomunitarios, con más de 25.000 personas apuntadas. A continuación se encuentran los originarios de Portugal, Bulgaria, Países Bajos o Bélgica, todos ellos, salvo los belgas, por encima de los 10.000 electores. Los 33 neozelandeses, los 28 islandeses o los 22 caboverdianos, aportan el dato testimonial y anecdótico a esta estadística.
Por provincias, la que se lleva la palma en número de extranjeros registrados es Alicante; allí votarán más de 77.000. Madrid, con más de 67.000, y Barcelona, con más de 40.000, reúnen un buen número de potenciales votantes, pero lejos de la importancia, en términos relativos que representa la provincia levantina. Málaga y Valencia también suponen un buen ejemplo de participación extranjera en los comicios locales, la primera llega casi a los 40.000 inscritos y la segunda sobrepasa los 23.000. En las Islas Baleares, un lugar muy propicio también para los residentes comunitarios, se han registrado 22.335 electores.
Un paso adelante
El Presidente de la Federación de Asociaciones de Rumanos de España (FEDROM), Miguel Fonda Stefanescu, considera que la participación de extranjeros en los comicios municipales constituye un “paso adelante, muy positivo”, aunque a su juicio se queda corto y sería necesario “romper” el marco legislativo, modificando la Constitución, para reconocer el derecho de voto en cualquier proceso electoral nacional, siguiendo la “marca” estratégica de Masstricht. Del mismo modo, apuesta por que ese derecho no esté condicionado por el hecho de que el país de origen este obligado a reconocer el sufragio de los nacionales españoles.
El caso de los ciudadanos procedentes de países extracomunitarios entraña algunas diferencias significativas respecto de los procedentes de la Unión Europea; la principal, que su nivel de interés por la próxima cita electoral es bastante inferior. Aún así, el que puedan acudir a las urnas supone “un reconocimiento de los derechos sociales y políticos de todo ciudadano extranjero en igualdad de condiciones que los nacionales”, según expresa Raúl Jiménez, portavoz de la Asociación hispano – ecuatoriana Rumiñahui.
Se trata de un “primer paso” y la aspiración de este colectivo es que el proceso participativo se vea fortalecido en un futuro hasta llegar a “una plena participación”. Raúl Jiménez afirma que si los extranjeros cumplen los deberes y obligaciones en todos los ámbitos, deben poder elegir a sus representantes en el lugar donde residen. “Cualquier política pública que tenga su origen en un Ayuntamiento es el reflejo de las necesidades de la población que reside en la localidad, incluido el colectivo de extranjeros”.
Movilización desigual
El colectivo de ciudadanos de origen rumano es el más numeroso y también el que parece más inclinado a participar, un dato difícil de interpretar, según reconoce el Presidente de FEDROM, porque la situación política rumana “no es compatible con la española, ni existen parámetros de comparación”. En todo caso, el dato reflejaría, por un lado, la “relativa movilización de las instituciones y los políticos españoles” y una mayor información y facilidad en la inscripción de estos colectivos pero, sobre todo, el posicionamiento de los líderes sociales y del movimiento asociativo “jaleando” este proceso.
La desproporción entre el número de extranjeros de origen comunitario y extracomunitario registrados en el censo electoral puede deberse, según el representante de Rumiñahui, a varios factores, como una información insuficiente, por parte de las instituciones responsables, entre ellas los Ayuntamientos, pero también a que el colectivo de latinoamericanos y, concretamente, el ecuatoriano, “no ha recibido el mensaje de los políticos, los más interesados en este proceso, porque prácticamente no ha existido”. Jiménez lamenta que el único mensaje que reciben “a diario” estos ciudadanos, de parte de algunos sectores “de la derecha más rancia” es el que los vincula con la crisis económica, la inseguridad o la violencia de género. Por ello, pide a los partidos que crean más en el aporte del voto inmigrante a la sociedad donde residen.
Participación e integración
¿El nivel de participación electoral marca el grado de integración? Miguel Fonda cree una mayor participación en procesos electorales implica más cohesión sociopolítica y es un factor importante en la integración, pero no el único. A pesar de todo, esperaba una respuesta mayor de los rumanos residentes en España y lo achaca a la falta de coordinación y de información, “ambigua, cuando no contradictoria”, y a “un cierto temor” de las fuerzas políticas antes los posibles resultados.
Rumiñahui es consciente de la necesidad de trabajar con su propia gente, porque la falta de credibilidad en la clase política también está provocada por la inestabilidad en su país de origen. “Es necesario devolverles la ilusión y hacerles saber que su voto cuenta, sobre todo para desterrar los discursos negativos que ciertos sectores se encargan de difundir”. Además, añade, tener la posibilidad de votar avala, en buena medida, el proceso integrador de doble vía entre el país de destino y quien ha decidido establecerse e iniciar un proyecto de vida.
Presencia en listas electorales
Sobre la presencia de candidatos extranjeros en las listas electorales, el Presidente de FEDROM considera que “deberían ser más numerosos” y en lugares en los que poder ser elegidos realmente. “Sería bueno que los partidos políticos dejasen de pensar en lo quitan los inmigrantes a su opción, para apoyar lo que aportan al país”. De lo que sí se muestra convencido es de la inoportunidad de presentación de candidaturas específicas de inmigrantes, “una grave equivocación y una manera de desmovilizar a estos colectivos con atajos tramposos”.
El discurso de los partidos políticos ha sido el de contar en sus listas con ciudadanos extranjeros, pero Raúl Jiménez, al igual que el representante de los ciudadanos rumanos, duda de que tal cosa se produzca en número importante y, si ocurre, será en puestos con escasas posibilidades de salir elegidos. “Entiendo que debe apostarse por una mayor inclusión en las listas de personas de origen extranjero, que conozcan el problema de migración y puedan favorecer el diseño de políticas públicas municipales”.
El portavoz de Rumiñahui también se muestra reacio a la presentación de candidaturas compuestas por ciudadanos extranjeros, “aún es muy temprano”, y de lo que se trata –apostilla- es que el discurso de los líderes de colectivos inmigrantes anime a la participación y no que la desanime.
Cargos electos “extranjeros”
En el mandato municipal que está a punto de expirar sólo dos Alcaldes y 85 concejales son de nacionalidad extranjera, según los datos publicados por el Ministerio de Política Territorial y Administración Pública. Los primeros ediles son Claude George Edgar Doppia, de nacionalidad francesa, que ocupa la alcaldía del municipio salmantino de Rollán, y Ann Gyles Gyles, de origen belga, Alcaldesa en Alfés (Lleida). En lo que respecta a concejalías, 37 son británicos (43,53%), 17 alemanes (20%) y 13 franceses (15%). El resto se reparte entre italianos, belgas, holandeses, austriacos, búlgaros, húngaros, irlandeses o checos.
Petra Braker y Randa Sayegh, nacieron en otros países y un día decidieron participar activamente en la política local. La primera, alemana de nacimiento, es Primera Teniente de Alcalde y Concejal de Urbanismo, Obras y Servicios, Seguridad Ciudadana y Turismo del Ayuntamiento de Benijófar, un municipio alicantino de 4.000 habitantes. La segunda, nacida en Jordania, es Concejala de Desarrollo Local, Economía, Empleo e Inmigración de Villanueva de la Cañada (Madrid), con más de 17.000 vecinos.
Petra vino a España con ocho años y salió elegida en las últimas elecciones locales de 2007, cuando el Alcalde de esta localidad le brindó la oportunidad de presentarse, “un reto que acepté”, según explica, para “convertir en realidad grandes proyectos”. Randa, por su parte, lleva en España 29 años, ocho de ellos de Concejala, que le han servido para aprender y sentirse realizada “ayudando a los demás y sirviendo a mi pueblo”, y sobre todo para “transmitir los problemas de los inmigrantes a las instituciones implicadas, y ser participe en los cambios a favor de los derechos humanos y la tolerancia.
Ambas concejalas coinciden en la apreciación de que su condición de “extranjeras” no supone una visión distinta del ejercicio de la política local. “Lo que realmente valora la gente es la cercanía y la sinceridad de quienes asumen los cargos políticos, la importancia de atender a todos por igual, desde la más absoluta transparencia y con un trato muy personal”, afirma Braker. Su colega Randa destaca que más que “la visión en sí”, lo importante es “el intercambio de experiencias, la interculturalidad y sobre todo el pluralismo, porque trabajar con personas de muchas nacionalidades es una manera de acercarnos a las otras culturas para favorecer la integración mutua”.
Sobre la escasa presencia de cargos electos locales de origen extranjero, la Concejala de Villanueva de la Cañada, opina que todavía hay mucho camino por recorrer: “se necesita tiempo para adaptarse al cambio e integrarse y, por supuesto, hay que formarse y prepararse para cualquier camino que queremos emprender en la vida”. De todas formas, también depende de las características del pueblo y sobre todo de los gobernantes, “si son tolerantes o si apuestan por la buena convivencia en la diversidad cultural”. La edil de Benijófar señala que también influye el idioma, el desconocimiento de las leyes y de la política española, aunque destaca que en el caso de su municipio, el Alcalde lleva tres extranjeros en su lista “y todos ellos han demostrado su interés por el pueblo y su agradecimiento por participar en la política local”.
El desconocimiento y la falta de confianza en el voto es lo que aleja de las urnas al extranjero residente en España. De ahí que sólo un tercio de ellos hayan ido a registrarse para ejercer ese derecho. “Vienen de pueblos donde el voto no se respeta y les cuesta integrarse en un país donde no se sienten representados. El hecho de ver a políticos de origen extranjero, para ellos es un modelo a seguir”, señala Randa Sayegh. “Diría que les preocupa no saber cómo funcionan las elecciones en España, que tienen que hacer, las siglas de los partidos, etc. Y eso les echa para atrás a la hora de votar”, apunta Petra Braker.
¿Más participación equivale a mayor grado de integración? Braker cree que lo que demuestra es una mayor implicación en los intereses del pueblo que han escogido para residir. “Desde el Ayuntamiento de Benijófar, nos esforzamos en ofrecerles todo tipo de facilidades para que el idioma no sea una barrera. También tenemos un punto de atención al residente con personal cualificado para atenderles”, explica. Esta Concejala, además, es partidaria que el voto de extranjeros se amplíe a otras elecciones, como las autonómicas.
La participación electoral, según Randa Sayegh “es una puerta más que anima a los inmigrantes a integrarse en la sociedad y crea más confianza en el país de acogida; es lo que les da el entusiasmo suficiente para cumplir con su deber como un ciudadano más y tener derecho a la igualdad de oportunidades”. Acerca de la ampliación del derecho de voto a otros comicios, considera que debería existir una legislación que establezca unas condiciones mínimas de acceso de la población inmigrantes al voto como ciudadanos de pleno derecho. “También creo –añade- que se necesita una política educativa que favorezca la inclusión y la participación de todos y que transforme la diversidad en fuente de pluralismo y no de discriminación cultural. La clave del progreso y de la convivencia ejemplar está en la educación”.
Voto extranjero-elecciones 2011